GENERACIÓN DE RUIDOS


Indicaciones para buscar fallos relacionados con los ruidos y para sustituir compresores.
En la búsqueda de fallos para determinar el origen de los ruidos y antes de sustituir un compresor, deben seguirse las
siguientes indicaciones:


Compruebe todos los soportes y los puntos de fijación por si hubiera roturas o grietas, o por si faltara algún perno o
tuerca.

Cualquier vibración en este sentido puede ser la causa de los ruidos excesivos en el compresor. Preste
atención si cambian los ruidos al ejercer fuerza, p. ej., con una palanca de montaje sobre el soporte o sobre los puntos
de fijación (imagen 1). Si hay algún cambio, significará seguramente que no es el compresor quien causa los ruidos.

Compruebe las mangueras y los tubos para verificar si las vibraciones del motor o del refrigerante llegan hasta el
interior del vehículo. Sujételos firmemente con la mano y compruebe si cambian los ruidos (imagen 2).

Compruebe que la correa trapezoidal, los dispositivos tensores, los rodillos tensores, la polea libre del alternador y
las poleas funcionan con suavidad y pueden realizar su juego correctamente. Si las tolerancias son excesivas, debidas a
unos recambios muy desgastados, pueden producirse ruidos.

Si la alta presión es excesiva (imagen 3), puede provocar ruidos en el compresor fuera de lo normal. Si la conexión del
servicio de alta presión se encontrara obstruida en la instalación, podría ocurrir que la alta presión fuera más
elevada en realidad de lo que indica el manómetro. Para poder diagnosticar un problema como éste, resulta muy útil
medir la temperatura del condensador.

Si hay demasiado refrigerante o éste está sucio, provoca una excesiva alta presión que a su vez puede provocar ruidos en
el compresor. Lo mismo ocurre con los refrigerantes que contienen una cantidad muy elevada de gases no
condensables (aire).

Incluso el condensador podría considerarse la causa de unos ruidos poco habituales. Cuando al condensador no le llega
suficiente aire, el gas refrigerante no puede condensarse correctamente y por ello sube la alta presión de manera excesiva.

Por este motivo pueden generarse determinados ruidos que no se considerarían normales. Por ello,
compruebe si el o los ventiladores propulsan suficiente aire a través del condensador. Compruebe también si las láminas
del condensador y del radiador pudieran estar sucias (imagen 4).

A menudo, los ruidos también pueden venir provocados por la suciedad que presente la válvula de expansión (imagen 5)
o de mariposa. Pueden surgir, p. ej., por la suciedad provocada por desgastes metálicos. El flujo del refrigerante
se ve, por ello, reducido y provoca una alta presión excesiva.

Una válvula de expansión "defectuosa" puede, por ejemplo, generar diversos ruidos, zumbidos, silbidos o rugidos, que
pueden percibirse incluso dentro del vehículo.